Confesiones de un staff: Héctor M.
Soy Héctor Domínguez Aguilera, aunque suelo firmar las cosas que escribo como Héctor M. que viene de Manuel que es mi segundo nombre. Normalmente en los juegos estoy como ‘’Thunderbeer’’ o como ‘’Ruinampago’’. Mi departamento es el de comunicación y actualmente camino entre dos tierras; el área de redacción y el de contenido audiovisual.
Salvo que tenga que ir a algún sitio, me levanto a las 9 de la mañana, miro twitter, el correo y leo los titulares de algunos medios de deportes electrónicos, por si hubiera algo interesante que contar. Después, desayuno mientras ordeno en mi cabeza las cosas que tengo pendientes de entregar. Acto seguido me pongo a hacer las tareas de la casa y cuando termino, me pongo con la primera labor que se me mande. Tras esto como, veo un capítulo de algo y sigo trabajando hasta la noche. Posteriormente de cenar, normalmente, veo alguna otra serie porque jugar por las noches me quita el sueño.
Estudié realización de cine y T.V. y decidí especializarme en guion de cine y T.V. en el Instituto del cine de Madrid. Tras pasar por varias productoras de diversos tamaños, ahora mismo estoy en un punto de giro en mi vida académica y profesional. Así que me dedico a aprender cada día más sobre esta industria y trabajo días sueltos cuando me llaman de alguna ETT.
Cuando no estoy en mi casa escribiendo es porque estoy entrenando con los Madrid Wolves (mi equipo de Quidditch), tocando la batería o tomando algo con mis amigos. No soy muy de interior a decir verdad.
Como ya he dicho, soy muy de hacerme listas y escribirlas en post-it, que luego pongo en el portátil y después olvido. Siempre intento estructurar y ordenar todo lo que hago porque en realidad tengo una mente algo desordenada, así que llevo siempre un cuaderno que lleno de listas, borradores y esquemas antes de ponerme a hacer cualquier cosa. Intento ser metódico. No atiendo mensajes ni tweets ni nada una vez que he empezado, porque me distraigo con mucha facilidad por lo que (a no ser que sea algo urgente) lo dejo. Depende de lo que haga escucho música o no, e incluso tengo listas de reproducción para cada tipo de trabajo.
Lo que más me gusta de mi trabajo es pensar en cómo lo voy a hacer y cómo va a quedar y luego, claro está, hacerlo. Lo que menos me gusta es empezar. Suelo dar muchas vueltas hasta que comienzo de verdad con algo.
Lo mejor de trabajar con Bloody Wolves es que desde que entré he tenido una sensación de cercanía bastante grande y que, además, parecía ser todo bastante consistente y organizado. Creo que es un club acogedor aunque todavía no he tenido el gusto de tratar demasiado con la gente fuera de mi entorno directo, como los jugadores o los streamers por ejemplo. Pero es genial el sentimiento de equipo que corre por todo el staff.
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